2.11.2010

Hay viajes que nunca deben hacerse, hay caminos que nunca deben recorrerse, hay senderos que nunca deben ser penetrados ni por un experto explorador.
Todo esto lo sabemos desde que nacemos, pero siempre sentimos la tentación de caminar más allá de nuestras propias fronteras, aunque sea por un breve espacio de tiempo.
Quince horas parecen pocas horas dentro del calendario vital pero pueden ser suficientes para acabar con la brújula perdida, con las ropas rasgadas, los pies desnudos y el alma embarrada.
Hay caminos que nuncan deberían se caminados

9 comentarios:

Anónimo dijo...

quice horas, por un lado tan pocas, por otro tantas...

Anónimo dijo...

Quince horas, por un lado tan pocas, por otro tantas...

Chema dijo...

¿Por qué en ocasiones, y aunque parezca mentira, el caminante está dispuesto a adentrarse de nuevo en ese camino?

Anónimo dijo...

para volver a sentir lo q sintio durante estas quince horas,
para darse otra oportunidad,
para comprender los sentimientos,
para dejar todo atras,
para olvidar del mundo entero y construir su mundito pequeno...

Chema dijo...

Volver al camino, ¿Y por dónde debe volver el caminante valiente al camino? pues el temporal de nieve ha borrado algunas huellas.

Anónimo dijo...

los consejos hay q buscar en su mismo, a veces estan escondidos muy adentro, otras veces estan cerquita, solo hay q querer encontrar este camino y seguir consejos q le da corazon

Chema dijo...

Lo que impulsa al caminante a volver al camino son los sentimientos del corazón, la seguridad de que el camino es bueno

Anónimo dijo...

Y de donde sale la seguridad q este camino es en verdad bueno?

Chema dijo...

De quince horas de color. Por eso cre que puede ser buen camino. Un camino para ir conociéndolo poco a poco y sintiéndo cada paso, cada rincón, cada flor.