7.06.2011

Mal boxeador

Odio esos espacios comunes en los que el recuerdo siempre vence.

¿Cómo puede ser tan poderoso ese latigazo?

Absorbe, consume, fatiga, arremete con todas sus entrañas. Es un caballo desbocado de bellas crines, indomable por pertenecer a ese lugar oscuro que llamamos Recuerdo.
Se desliza entre mis manos cada vez que intento cazarlo y destruirlo. Se arremolina en mi alma sonrojándome, y en ocasiones, sacudiéndome como a un mal boxeador.

En otras ocasiones abre la puerta de fino color y resquebrajado sonido y vuela en sueños podridos y corruptos que jamás fueron y jamás serán.

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