5.10.2009

Fragmentos de la Batalla

Camino señalado por el viento de poniente.

Recorro lentamente cada surco del camino,
mi piel siente la zozobra de esa fuerza invisible
que me hace naufragar en cada repecho del recuerdo.

Suelto y dejo volar las cometas de la infancia
para que se enreden con los recuerdos que tendré
mañana.

Me haces caer de rodillas, y mis manos torpes
incapaces de sujetar mi sonrisa se rasgan la piel
buscando apoyo.

Los despojos del día me vienen
acompañando en mi devenir cansino.
El giro del reloj llega al final del pensamiento
infinito de mi mente ensangretando la noche.

¿Cómo sujetar recuerdos en un alma sin paredes?