6.14.2011

A soñar en 16:9

El paso del tiempo no es problema cuando las personas son directas y claras en sus pensamientos y sentimientos. En ocasiones no nos damos cuenta de los pequeños detalles que convierten nuestra vida en 16:9.
Dos años de silencio no valieron un olvido, dos años de calladas no-palabras no se convirtieron en un no-me-acuerdo. Dos años valieron para pasar una noche en la misma habitación y sentir que estaba más cerca de él que nunca.
Alto, erguido, medio sonriente y siempre optimista. Juguetón y crítico, laborioso buscador que ni entre aquellas paredes se olvidaba de los 16:9.
Su emisión acabó hace unas horas. Y no sé si sus útimos capítulos fueron en este formato pero yo quiero recordarlo como lo dejé hace unos meses: paseando y con una magdalena en la mano. Grande.
Grande y ancho y humano, terriblemente humano que ya no podremos saborear.
Jordi, un abrazo y nos vemos allá donde el 16:9 no se agota.

1 comentario:

Los viajes que no hice dijo...

No me había enterado, me enteré ayer, por un texto de Zaca, hablando del Abuelo. Me dio una pena...